Nombre, apellido e identidad para miles de indígenas

El programa "Derecho a un nombre y una nacionalidad" es impulsado por las organizaciones no gubernamentales Save the Children y Plan International, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Consejo Supremo Electoral (CSE) de este país y autoridades regionales y municipales.

"Alguien que no está registrado no tiene apellidos y ni siquiera un nombre propio, porque la familia y la sociedad rural llaman como quieren a la niñez, lo cual determina que la niñez crece siquiera sin tener un nombre propio", dijo a IPS el consultor del programa y director del Área de Protección de Derechos de Unicef, Hugo Rodríguez.

Cinco años atrás, algunas instituciones universitarias y de derechos humanos dieron la alarma sobre unos 500.000 niños de comunidades indígenas de las orientales Regiones Autónomas Atlántico Norte y Atlántico Sur que no tenían certificados de nacimiento, explicó el experto en estadísticas.

Según Rodríguez, un diagnóstico posterior reveló que cerca de 38 por ciento de la infancia nicaragüense no estaba registrada y, por tanto, no figuraba en las estadísticas demográficas.

En las zonas indígenas sobre el océano Atlántico y en otras del centro y norte de Nicaragua, los investigadores encontraron grupos tribales con 100 por ciento de su población infantil y adolescente, e inclusive una parte de la adulta, no inscripta en el registro civil.

Entonces arrancó una misión que hoy lleva cuatro años y medio y que ya logró inscribir a unos 97.000 niños, niñas y adolescentes de la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN), donde se habían detectado cerca de 100.000 sin registrar.

En la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS) las tareas comenzaron este año, con la meta de registrar a unos 100.000 menores, así como en el departamento de Nueva Guinea, al sur de ese territorio, donde el propósito es alcanzar 50.000 inscripciones.

"Hubo comunidades donde antes ni siquiera los padres estaban inscritos, mucho menos sus descendientes, y hubo que integrar a toda la comunidad para ayudarles a recordar fechas, apellidos, direcciones y más datos de los parientes", relató a IPS Susana Marley, líder comunal de la etnia miskita en el municipio de Waspam, a orillas del río Coco, fronterizo con Honduras.

Marley recordó casos de personas que viajaron cinco días por río para inscribir a sus hijos y que, al momento de efectuar el trámite, elegían nombres y hasta apellidos para sus parientes. "Ni siquiera se ponían de acuerdo en cómo se llamaban sus niños y niñas", sostuvo.

El año pasado en Waspam, el Ministerio de Salud reportó el nacimiento de 1.801 niños y el Registro Civil local apenas había inscripto a 144 niños y niñas.

Tanto el personal de Unicef como autoridades municipales señalaron a IPS que la principal causa del problema, además de la falta de educación, es la pobreza extrema de las comunidades indígenas. Ochenta por ciento de ese sector de la población vive con menos de un dólar diario, según datos de las Naciones Unidas.

"La gente no quiere perder ni un día de trabajo en la pesca o en la siembra, para bajar de las comunidades a inscribir a los 'cipotes' (niños)", dijo Marley.

El programa ya ha tenido impacto. Según el CSE, tras concluir el proyecto en la RAAN el padrón electoral creció en 33 por ciento en algunos municipios y hasta en 45 por ciento en otros.

José Luis Villavicencio, magistrado del CSE, destacó los avances del programa y comentó a IPS que el registro universal de nacimiento "es una tarea importante para fortalecer la institucionalidad del país".

"Si un municipio no cuenta con la información exacta de cuántos ciudadanos viven ahí, no podrán hacerse gestiones correctas de desarrollo local ni de participación ciudadana, mucha gente quedaría sin votar y sin ejercer sus derechos ciudadanos", dijo.

Si bien en la RAAN el programa con ayuda de entidades internacionales concluyó, se sostendrá el registro universal de nacimientos por medio de las alcaldías y organizaciones comunitarias, ya capacitadas para continuar con la tarea, explicó Rodríguez.

En la RAAS ya se han declarado varios municipios libres de subregistro infantil. A fines de este mes, Unicef informó que más de 8.000 niñas, niños y adolescentes de los municipios de Corn Island y Bluefields recibieron sus certificados de nacimiento al concluir la primera etapa del proyecto.

El proceso de levantamiento de datos, inscripción y entrega de las partidas de nacimiento fue ejecutado por el Centro de Derechos Humanos y Autonómicos de la Costa Caribe (Cedehca), con el apoyo de las demás entidades, informó Olga Moraga, oficial de comunicaciones de Unicef en Managua.

"Mis hijas aprendieron a escribir y a leer por solidaridad de unos hermanos cristianos, pues en los colegios públicos no me los aceptaban por no tener partidas de nacimiento", narró a IPS Marcia Cunninghan, madre de tres niñas en Bilwi, capital de la RAAN, quien a sus 36 años tampoco tenía documentos.

El programa ha permitido que miles de niñas, niños y adolescentes tengan acceso a la atención de salud, educación, recreación sana, participación cívica, a ser escuchados en sus comunidades y a una identidad propia, destacó Argentina Martínez, directora en funciones de Plan International Nicaragua.

Además, el registro de nacimiento constituye un elemento fundamental de protección contra la trata de personas, y permite a las autoridades datos estadísticos exactos de su población para planificar el desarrollo y demandar presupuestos ajustados, agregó.

Miriam Hooker, de Cedehca, apuntó que garantizar el derecho a un nombre y una nacionalidad "es garantizar la autonomía de los pueblos indígenas de la Costa Caribe", pues la autonomía pasa por el reconocimiento de la identidad de cada una de las etnias, que también se logra con el registro de nacimiento.

Los indígenas constituyen 8,6 por ciento de los 5,4 millones de habitantes de este país, según cifras de la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense.

Las etnias miskitos, mayangnas, garífunas y ramas de la costa atlántica, una de las zonas más pobres del país, representan 5,3 por ciento de la población. El resto son descendientes mestizados de los pueblos nahuas, chorotegas, sutiabas y matagalpas del Pacífico, norte y centro de Nicaragua.

(Publicado en la web de IPS Noticias del 29/08/08)

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Ganan los clasicos

Manuel Rodríguez Fernández o María Fernández Rodríguez pueden ser los nombres propios más repetidos de la provincia de Zamora, de acuerdo a lo que dicen las estadísticas. En Zamora no existen demasiadas diferencias con respecto al resto del país en cuanto a los nombres y apellidos más frecuentes. En este último caso, los Rodríguez, Fernández y García se llevan la palma, ocupan los tres primeros puestos, aunque en distinto orden según la clasificación que se elija. En el conjunto del país ganan los García, mientras en la provincia son los Rodríguez los que mandan, si se tiene en cuenta el lugar de nacimiento, o los Fernández, si lo que se valora es la residencia.

En el ranking de los primeros apellidos más frecuentes ocurre otro tanto, se repiten los mismos tanto en la provincia como en el resto del país, si bien en este caso aparecen más incursiones locales, como pueden ser los Esteban, Mateos, Gago, Vara o Vaquero, muy habituales por estas tierras y menos en otras.

Con respecto a los nombres los tradicionales Manuel, José o Antonio son también los que prefirieron mayoritariamente los padres españoles y zamoranos a la hora de acercarse al Registro Civil para inscribir a su vástago. Las peculiaridades locales son escasas. Juan, por ejemplo, aparece en los primeros puestos de la lista nacional y bastante más abajo, en el puesto 23, en Zamora. Alfonso, en cambio, es un poco más frecuente en la provincia que en el resto del país. Iván entra entre los 50 primeros en Zamora y ni siquiera aparece entre los cien en España.

En féminas, simplemente María, María del Carmen, Josefa, Isabel o Manuela ocupan los primeros puestos del escalafón, nombres parecidos a los que más triunfan en toda España. Hay que tener en cuenta, no obstante, que las estadísticas contemplan a toda la población y en esto de los nombres, como en todo, las modas imponen su ley, aupando nombres a los primeros puestos y dejando otros tradicionales relegados.

Entre los zamoranos nacidos en el siglo actual predominan los Alejandro, Pablo, David, Diego, Adrián, Daniel, Javier, Sergio, Alvaro o Jorge, en el caso de los niños y Lucía, María, Paula, Alba, Laura, Sara, Andrea, Marta, Ana y Natalia en el caso de las chicas. Los últimos datos, referidos al pasado 2007 pero al conjunto de la región, no sólo a Zamora, sitúan las preferencias masculinas en los Daniel, Adrián, Hugo, Pablo, Alejandro, Diego, Alvaro, David, Sergio y Marcos y las femeninas en Lucía, Paula, María, Sara, Carla, Irene, Claudia, Alba, Laura y Andrea.

Manuel dejó de ser el nombre más elegido por los padres en los años 70, mientras María del Carmen no fue desbancada del primer puesto hasta los años 80.

(Publicado en la web de La Opinión de Zamora del 26/08/08)

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Digitalizado, 80% de documentos del Archivo Historico Municipal

Teodoro Barajas Rodríguez, director del Archivo Histórico Municipal y Museo de la Ciudad de Morelia, informó que 80 por ciento de los documentos que integran este fondo ya ha sido digitalizado, lo que representa un importante avance para la conservación de la memoria histórica de la ciudad, además de permitir una difusión más amplia de cara a los festejos por el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución.

Con apoyo de la Sociedad de Genealogía y Heráldica, institución prestigiada a nivel internacional que trabaja aproximadamente en 150 archivos de los más importantes del mundo, se inició la digitalización de los fondos antiguos de los siglos XVI, XVII, XVIII y está por concluir la digitalización de los documentos correspondientes al siglo XIX.

“Hemos digitalizado desde el primer documento que tenemos que data de 1544 hasta la parte final del siglo XIX. Con esto pretendemos, entre otras cosas, tener una mejor conservación de los documentos y que ese gran respaldo digital facilite mucho el trabajo de los investigadores. Tenemos una demanda de aproximadamente 100 personas por mes para consultar en el Archivo Histórico Municipal diferentes etapas de nuestra ciudad y sus tenencias, con la particularidad de que viene gente no nada más michoacana, sino de varias universidades de México y fuera de país. Recientemente ha llegado gente de Francia y Estados Unidos a consultar nuestro fondo”, señaló Barajas Rodríguez.

Una vez concluida la digitalización de los documentos antiguos, la dirección del Archivo Histórico Municipal implementará nuevas herramientas de consulta como la disposición de la información en un servidor informático.

Teodoro Barajas comentó que en una visita reciente al Archivo General de la Nación se destacó al fondo documental del municipio de Morelia entre los archivos más importantes del país en cuanto a conservación, y aunque el estado de los documentos es favorable, se pretende implementar una serie de medidas preventivas.

“Hemos diseñado un esquema de ventilación y lo hacemos, efectivamente, a manera de prevención. Ya se mandó la documentación correspondiente al centro INAH de Michoacán y estamos esperando que la avalen para que podamos impedir que el propio clima y la falta de ventilación puedan generar un problema en los documentos históricos”, refirió el director del Archivo Histórico Municipal.

Como parte de una visión más amplia en lo que conservación de la memoria histórica se refiere, la dirección del Archivo Histórico Municipal impulsará un amplio proyecto de conservación y rescate documental en las tenencias del municipio de Morelia, donde a decir de Teodoro Barajas, la mayoría de los fondos se encuentran en buen estado, aunque también señaló riesgos en algunas tenencias, por lo que las tareas prioritarias consisten en la debida clasificación de los documentos y la creación de las medidas más propicias para su conservación.

“Ya se han girado las instrucciones para ello, incluso ya tenemos diseñado el programa de trabajo. En algún momento tuvimos un acercamiento con el maestro Alonso Torres Aburto, director de la Facultad de Historia de la UMSNH y llegamos al acuerdo de que van a participar los jóvenes los archivos de las tenencias, pues de esta manera liberan su servicio social, nos apoyan a nosotros y quien gana es el municipio”.

Hacia el Bicentenario
Los trabajos de digitalización y difusión de los documentos que resguarda el Archivo Histórico Municipal se realizan también con la intención de tener las condiciones propicias para sumarse a los festejos centenarios, ya que como refirió Barajas Rodríguez: “recientemente nos reunimos con el titular del proyecto del Bicentenario para ponernos de acuerdo porque vamos a trabajar de manera conjunta en algunos eventos: coloquios, mesas redondas y conferencias. El archivo histórico contiene, por supuesto, las efemérides documentadas de hechos importantes en Michoacán y particularmente en la capital del estado. Morelia, por lo que implica la lucha insurgente, tiene una importante densidad histórica; entonces, la participación del archivo en los festejos del Bicentenario está garantizada. Es instrucción del presidente municipal, Fausto Vallejo, que nos pidió involucrarnos en los trabajos de cara a las celebraciones haciendo acopio de los documentos que tenemos para de ahí delinear políticas bien definidas al respecto y quedamos que para esta semana tendríamos algún anteproyecto de los programas que vamos a desarrollar.

“El archivo histórico es la memoria de la ciudad en el devenir de los años y creo que parte del anteproyecto va a contemplar la difusión de los documentos más vinculados con estos momentos históricos para que la sociedad los conozca”, adelantó el director del Museo de la Ciudad, quien pretende realizar exposiciones de documentos facsimilares y tentativamente producir ediciones que arrojen luz sobre el centenario de la Revolución y bicentenario de la Independencia.

(Publicado en la web de La Jornada - Michoacán del 26/08/08)

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Lugo, Ourense y Pontevedra estan entre las cinco provincias en que Garcia no figura entre los tres apellidos mas comunes

El apellido García es el más común en un total de 30 provincias españolas y está entre los tres más comunes en otras 14, mientras que tan sólo en las provincias canarias y en las gallegas de Lugo, Ourense y Pontevedra no figura en los primeros puestos, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

En concreto, de cada 1.000 españoles, 33,2 llevan García como primer apellido, un porcentaje que baja al 29,8 en el caso de Lugo, al 24,4 en Pontevedra y hasta sólo el 21,3 en Ourense, donde este apellido es el octavo más común y en los primeros lugares se sitúan los Rodríguez, Fernández y González.

A Coruña es la única provincia gallega donde García es el más común, con una media similar a la estatal y seguido de Rodríguez, López, Fernández, Martínez y Vázquez. Fernández y Rodríguez también están entre los primeros de la lista en Lugo, donde el apellido más común es López.

Sin embargo este último apellido sólo aparece en octavo lugar en la provincia de Pontevedra, en la que, siguiendo la tónica a nivel general en toda Galicia, abundan los Rodríguez, González y Fernández.

Nombres
En cuanto a los nombres, a nivel estatal los más comunes para los hombres son Antonio, José y Manuel, que también se repiten en todas las provincias gallegas, aunque en este caso el más común es Manuel, seguido de José y de Antonio.

En cuanto a las mujeres, en toda España el orden de los más comunes es María, María del Carmen y Carmen, una lista que se repite exactamente igual en Ourense y que se mantiene con variaciones en las otras provincias gallegas, donde María del Carmen es el nombre que más comparten las mujeres de la comunidad.

Una situación que variará con el paso del tiempo, ya que ninguno de estos nombres figura entre los cinco más puestos por los padres gallegos a sus recién nacidos en el año 2007, en el que dominaron Pablo, Hugo y Daniel para los niños y Lucía, Sara y Paula en el caso de las niñas.

(Publicado en la web de Europa Press del 24/08/08)

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Un sitio en la red ayuda a construir una genealogía

Un primo, que vive en Guatemala, envió a la paceña Sonia Soruco una invitación virtual para construir un árbol. No cualquier árbol, sino uno genealógico. La joven se entusiasmó, introdujo los datos e invitó a sus padres a unirse a la red y éstos aportaron con más información sobre abuelos, tíos, cuñados, etc.

La genealogía es una ciencia auxiliar de la historia que estudia la ascendencia y descendencia familiar de una persona. Requiere, en tal sentido, de especialistas. Se necesita de método, conocimiento de archivos, tiempo y dinero si se trata de seguir las huellas de una familia hasta tiempos muy remotos.

El historiador Mariano Baptista dice que es muy humano el interés por identificar las raíces. “Y más ahora, cuando hay un vacío espiritual tan grande, no es que yo sea religioso, y la gente está afanada en aferrarse a algo para no dejarse llevar por el vendaval del mundo, para no ser como pueblos en el desierto”.

Esa necesidad, sin embargo, tiene excepciones, identifica Baptista. Los jóvenes, en general, no parecen muy interesados en el pasado. “Tengo una fotografía antigua de familiares y mis hijos nunca han mostrado el menor interés por saber de quiénes se trata”, cuenta. Por otro lado, “hay personas de pueblos indígenas en nuestro país, tanto tiempo humillados, que carecen de pasado”. En los archivos nacionales “existe poquísima información sobre ellas; de todas maneras, muchos de los descendientes acuden a esos centros documentales pero más que por interés familiar, para contar con respaldo en materia de tierras”.

Armar un árbol puede ser un negocio. En internet hay varias ofertas para armar ramas y raíces a cambio de sumas de dinero. El servicio incluye la elaboración e impresión de la información en cuadros de diversos modelos y con atractivos marcos que se pueden lucir en la sala.

Como señala Baptista, pese a las excepciones anotadas, conocer de dónde se procede es muy importante para una persona. Así lo demuestran los hijos adoptados que emprenden toda una investigación para conocer a sus padres carnales, ejemplifica.

Igual pasa con grupos humanos, como los afroamericanos, que han emprendido, y emprenden, cruzadas para conocer de su pasado. Y, en sentido inverso, africanos que han dado el salto hasta Europa y América para conocer el destino de los descendientes de los antiguos esclavos. La literatura y el cine han recogido el tema en series como la estadounidense Raíces o la película francesa Little Senegal.

Volviendo al caso de Sonia, hay que decir que el instrumento que le permite sondear en el mundo de sus relaciones familiares se llama geni.com. Allí, gratuitamente, cualquier persona que no haya recibido antes una invitación, puede iniciar el camino. Se ingresa el nombre completo, el de los abuelos, padres, hermanos, hijos y lo que se desee especificar. En cada caso se indica si la persona está viva o no; si la opción es la primera, se coloca el correo electrónico para invitar a ese miembro a sumarse. Éste ayudará a que el árbol se ponga más y más frondoso.

Cada miembro de la familia puede alimentar de datos su perfil: colocar la profesión, los estudios, los gustos, los proyectos. “Lo interesante es que se incluye un calendario de cumpleaños, aniversarios y otros, y geni.com envía avisos para recordar las fechas”, dice Sonia que, antes de conocer esta posibilidad, era tan indiferente al tema como los jóvenes citados por Mariano Baptista. Su actitud ha cambiado por un sistema que es divertido y que, por la comunicación que facilita, a través de fotografías, videos y mensajes, funciona como un sitio de socialización virtual tipo Hi5 o Facebook, solamente que entre los miembros de una misma y cada vez más frondosa familia.

“Me he vinculado inclusive con la familia política de la que sabía poco o nada”, añade Sonia. Su primo en Guatemala está casado y la esposa, a su vez, ha introducido datos de su tronco.

Otro usuario, Javier Rodrigo, comenta que se ha enterado por geni.com de que tiene primos de tercer grado en Suiza y España, con los que ha iniciado charlas virtuales y ha hecho el compromiso de reunirse algún día.

La velocidad que permite internet ahorra tiempo y dinero. “¿Sabes cuántas llamadas de teléfono me hubiese costado llegar a mis parientes europeos?”, pregunta Javier. Quizás el método no sea muy científico, pero que las fuentes son de primera mano, son.

(Publicado en el diario La Razón del 24/08/08)

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De apellido Japon

Hubo un árbitro de fútbol, sevillano para más señas, que se llamaba José y se apellidaba Japón Sevilla. Curiosa combinación. Resulta que es el heredero andaluz de un navegante samurai que en el siglo XVII se asentó en la localidad sevillana de Coria del Río, situada aguas abajo del Guadalquivir. Un lugar normal y corriente, con su ayuntamiento, su campo de fútbol, su piscina y su apellido característico. ¿Cómo? Pues sí, Coria del Río tiene un apellido que lo hace único en toda España: Japón, el que lleva el árbitro, cuyos descendientes proceden de aquí.

La historia tiene mucho de cuento oriental. En el año 1614 llegó hasta España una misión japonesa para establecer relaciones políticas y comerciales. La encabezaba Tsunenaga Hasekura, a la sazón samurai de Sendai, una ciudad al norte del país del sol naciente. Sevilla, por aquel entonces, era el puerto de mar más importante de España, y Coria era el antepuerto y lugar de fondeo de los navíos que se dirigían a la ciudad. Ahí se hospedó la delegación japonesa, un montón de tipos estrafalarios ataviados con túnicas que remataban su metro y medio de estatura con unos moños ondulados y que descubrieron a los lugareños los placeres crudos del sushi.

Y, lo que suele pasar en estos casos, superado el revuelo inicial, seis de los nipones le cogieron cariño al lugar, y a algunas lugareñas, y decidieron quedarse. Se casaron y a sus hijos les pusieron «nombres cristianos y, a todos, el mismo apellido, Japón, para entenderse», explican en la Asociación hispano japonesa Hasekura Tsunenaga. La mayoría de sus miembros crecieron oyendo las batallitas de un abuelo que no les contaba una mili con sopas de pan duro, sino las hazañas de un antepasado que vino en un navío fletado por un señor feudal del antiguo Japón y su samurai.

La visita de la misión japonesa fue recopilada en las crónicas de la ciudad. Así: «Nunca tocaban la comida con sus dedos, sino que usaban dos pequeñas varas que ellos sujetaban con tres dedos. Soplaban sus narices en papeles de seda suave del tamaño de una mano, que nunca los usaban dos veces, así que ellos los arrojaban al suelo después de usarlos, y ellos estaban contentos de ver a nuestra gente alrededor precipitándose a recogerlos. Sus espadas cortan tanto que ellos pueden cortar un papel suave poniéndolos sobre el filo y que el viento soplara sobre ellos».
A día de hoy, hay censadas «unas 700 personas de apellido Japón, de primero o de segundo, en Coria y en la provincia de Sevilla, y otras 8 más con 'Japón Japón', seguidos. «Incluso conservan rasgos orientales», explica Pepe Suárez, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Coria. Y, aunque ni en el Bar Reloj del pueblo se sirve sake y a nadie se le ocurre esgrimir un 'konishigua, arigató', adiós, al salir del mismo, este pedigrí centenario ha hecho de Coria un singular altar de adoración japonesa.

Allí hay fervor por la cultura nipona y una conciencia de raíces que estrecha vínculos. De Japón se trajeron los corianos en 1991 una estatua en honor a Hasekura Tsunenaga, en uno de los viajes que el pueblo ha organizado para conocer a sus antepasados. A su vez, Coria del Río es lugar de visita obligada para los japoneses que vienen a España. En el pueblo están deseando que a alguien en Hollywood se le ocurra contar esta bonita historia.

(Publicado en el diario El Correo del 24/08/08)

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Ocampo: La historia detras de un apellido

Miró hacia atrás y comenzó a escudriñar en su saga familiar, Víctor Manuel Pérez Ocampo escribió un libro titulado “Familia, un encuentro con la historia. Comunicación y antropología social”, allí plasmó lo que logró encontrar, que va más allá de un apellido, “casi todo queda en las historias orales; en el caso del apellido materno, que es Ocampo, me encontré que mi madre poco tenía de conocimiento de su pasado familiar; ellos radicaban en la Ciudad de México y mi abuelo le prometió a mi madre que la llevaría al lugar donde el nació”, esta promesa se planteó en 1938 y no fue llevaba a cabo sino hasta el año 2004 cuando Víctor la cumplió.

“Dejé a mi esposa y a mis hijos, tomé a mi madre, fui por una hermana de ella y nos lanzamos a un pueblo que se llama Tecozautla, en el estado de Hidalgo, que por 200 años se asentó el apellido en esa región y fue un descubrimiento extraordinario”.

Armado de una grabadora y una videocámara llegó al pueblo y echó mano de la actividad profesional que ha desempeñado durante 20 años, la de periodista.

“Me fueron platicando su infancia y su adolescencia, cosa que rara vez hacemos con nuestros padres, porque nuestros padres tienen un tesoro que contarnos”. Así fueron surgiendo las historias que giraban en torno a su familia.

“Lo primero que encontré al llegar al pueblo fue un centro comercial Ocampo, el peluquero se apellidaba Ocampo, el jefe de la Policía también; me encontré a una gran familia y todos con ese aire, que en la cuestión académica se conoce como principio de alteridad; al reconocerme yo en la otredad.

“Encontré tíos, hermanos de mi mamá en personas que yo jamás había visto. El abuelo, al encontrar rasgos tan conocidos en todos los habitantes del pueblo; sólo había una respuesta lógica y fue encontrada por el investigador. Mi bisabuelo, cuyo nombre fue Onofre Ocampo, era típico hombre machista que tuvo tres señoras, lo que pasó es que como sucedía en aquella época, se casaban con una y lo que ocurría es que fallecían en los partos porque había poca sanidad, a pesar de ser gente de riqueza, y sucedía que el suegro entregaba a otra de sus hijas para que cuidara a los niños y pues también tenía familia con ella”.

Las terceras nupcias de don Onofre fueron con la bisabuela de Víctor Manuel Pérez Ocampo.

Historia

Los episodios de la Revolución, explica Pérez Ocampo, disolvía familias y así fue su caso, “las pugnas por tierras lanzan a mi bisabuela a la Ciudad de México y ahí también surgen las oportunidades de estudio para los hijos”.

Así prosiguió la búsqueda de todo lo que había detrás de su familia, y además se encontró con que muchos Ocampo, habían sido parte importante de la historia “Diego de Ocampo, que fue el abogado defensor de Hernán Cortés en la segunda audiencia, su hermano Gonzalo es quien reparte las primeras tierras.

La tatarabuela materna de José María Morelos y Pavón es Juana de Ocio y Ocampo. La bandera nacional de 1821 fue encargada a un sastre que se llamó Magdaleno de Ocampo.

Satisfacciones

Entre las satisfacciones de esta investigación, el también locutor explica cuáles fueron: “Encontrar datos de mi familia de 1580 a la fecha, esta obra me hace comprenderme más a mí mismo y a mi saga familiar y encuentro un sentido a la vida, somos finalmente un 90% de información genética, somos ese producto, para mí era importante y se logró vincular familias y que se volvieran a reunir, encontré en Guanajuato, San Luis.

La otra migración

Explica que tiene sobrinos, que han viajado a realizar estudios, sobre todo en España de donde es originario su apellido, lo que quiere decir que han regresado al origen de sus antepasados”.

Con una visión diferente y con el propósito de estrechar lazos familiares, dijo, “somos el engarce entre el pasado y el presente y del futuro de los Ocampo que no han nacido. El día que los mexicanos veamos la historia desde una perspectiva social, creo que podemos avanzar más en cuanto a democracia y en cuanto a satisfacer muchas de las cuestiones grupales, bajo la premisa de que no debemos permitir que la historia se distorsione y convierta en polvo de los tiempos.

(Publicado en el diario Vanguardia del 24/08/08)

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Festejo con libro

Soñaron tanto con ese libro que, ingrata o afortunadamente -según el punto de vista- recién pudo imprimirse a los cuatro años de vida del Centro de Genealogía y Heráldica de San Juan. Se trata de la primer publicación de esta entidad, empeñada en investigar antecedentes familiares, apellidos, relaciones entre parientes y escudos familiares. El libro fue presentado en sociedad el viernes pasado en un escenario más que propicio, la Casa Natal de Sarmiento.

Quizá el tiempo de espera -por falta de medios financieros- valió la pena. Es que en casi cien páginas lograron recopilar buena parte de las charlas que se fueron sucediendo entre los años 2004 y 2007, y que sirven de resumen de algunas de las ponencias que los miembros del centro tienen cada quince días. La mayoría de ellas recalan en temas genealógicos o históricos referidos a San Juan o que tienen como protagonistas a algún comprovinciano.

"En general todos los centros e instituciones de genealogía del país tienden a publicar sus trabajos, ya que es la forma de dar a conocer las investigaciones y socializarlas. Esto representa un trabajo de mucho valor, ya que está escrito por docentes e investigadores universitarios de mucho prestigio, y por personas que no tienen formación académica pero son rigurosas a la hora del análisis", dice Guillermo Kemel Collado Madcur, quien, como presidente del Centro, fue el encargado de la selección del material.

Página por página

La publicación no pudo reunir todas las exposiciones que tuvieron lugar en las reuniones del Centro. Algunas están reservadas para un número especial sobre un tema específico -por ejemplo, preparan un documento sobre la presencia de ingleses en San Juan atraídos por la minería o el ferrocarril, o por ser descendientes de los prisioneros de las Invasiones Inglesas-. De todos modos, la idea es imprimir un cuadernillo similar por año.

El primer libro consta de tres secciones: una referida a investigaciones, otra documental y una tercera informativa, donde se incluye buena parte de las actividades destacadas (cursos dictados, homenajes, intercambios con otras instituciones y acciones solidarias).

La parte de investigaciones consta de artículos sobre "Genealogía e historia de familia", de Mabel Benavídez de Albar Díaz, donde se sistematiza la experiencia metodológica de la investigación; "La fotografía como herramienta para la genealogía", de Carlos Alberto Campodónico Horta, y "Apellidos indígenas en la época colonial", un aporte de Catalina Teresa Michieli. En esta sección también hay artículos de Mario Solar Mancilla ("Genealogía, mestizaje y transgresión social, una aproximación a las identidades populares en San Juan de la Frontera 1750-1780" en base a censos de población indígena, archivos y testamentos), Ana Teresa Fanchin ("Genealogía e historia: la familia Alvarez Courtiñas en San Juan", donde se hace un racconto del ascenso social, económico y político de los descendientes de esta familia originaria de Portugal), y Gladys Aballay Meglioli y Guillermo Collado Madcur ("Nazario Benavídez: vida, obra y ascendencia").

Además se incluyeron textos como una semblanza del San Juan anterior al terremoto de 1944 (de Armando Parisí) y la vida y el árbol genealógico del pintor sanjuanino Exequiel Hernández Colantonio (contado por su hija Yolanda Hernández), entre otros temas.

(Publicado en el Diario de Cuyo del 24/08/08)

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Mohamed se impone a Garcia entre los apellidos mas comunes

El apellido García sigue reinando en España. O en casi toda España. Un casi que corresponde a lugares como Ceuta en la que el apellido Mohamed se impone claramente al García de toda la vida, al que sigue muy de cerca el apellido Ahmed.

Y es que, García es el primer apellido más frecuente en 30 provincias españolas, además de ocupar la segunda o la tercera posición en otras 15. Pero en Ceuta, siete de cada diez DNI ostentan el Mohamed como primer apellido (69,2 por ciento), seguido, claro de García (27,5) y Ahmed (26,7). Algo similar a lo que ocurre en la ciudad hermana de Melilla, donde la mitad de los melillenses se apellidan Mohamed seguido por los más castizos García y López.

(Publicado en el diario Sur del 24/08/08)

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Si gritas Antonio en Granada se vuelven 64.539

Más de los que lo confiesan, acceden a internet para curiosear sobre sí mismos. "¿Qué dirán de mi? ¿Qué datos sobre mi persona andan por el ciber espacio? ¿Pintaré algo para Google?", nos hemos preguntado (casi) cada hijo de vecino (al menos una vez) a pie de teclado. Bien: si nos intriga saber cúantos paisanos se llaman o apellidan como uno, el Instituto Nacional de Estadística lo desvela a golpe de ratón...

Así, cuatro de cada 100 vecinos de Granada tienen García como primer apellido, lo mismo que el 2,4% de los nacidos en la provincia, residan o no actualmente en ella.

A los prolíficos García les siguen (por ese orden), los Fernández, Rodríguez, López, Sánchez, Martínez, Martín, Pérez, Jiménez y Ruiz (vamos: que la mayoría de los apellidos granadinos, como el abecedario y las gestas del Zorro, acaban en Z). Son datos del Instituto Nacional de Estadística.

Vayamos con los nombres: Si hacemos caso de los datos del INE, en una provincia con un censo que asciende a los 884.099 vecinos, 64.539 de ellos se llaman Antonio. Nuestra granadina tipo, por su parte, responde al nombre de María. En ambos casos ocurre lo mismo que si revisamos la estadística nacional.

Un último detalle: para encontrar María Angustias en el DNI de las granadinas tenemos que bajar hasta el puesto 37º: Sólo 5 de cada mil llevan el nombre de la patrona. Al menos, eso es lo que dice el INE...

(Publicado en el diario Granada Digital del 20/08/08)

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Sanchez es el apellido mas frecuente en la provincia de Caceres, seguido de Garcia

Sánchez es el apellido más frecuente en la provincia de Cáceres (39,5 por cada mil), seguido de Martín (33,7) y García (33,3), según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), recogidos por la agencia Europa Press.

Mientras, el apellido García es el más frecuente en Badajoz (30,2 por cada mil), seguido por Sánchez (29,9), González (29,3) y Rodríguez (27,5).

Por detrás, en Badajoz, se encuentran otros como Fernández (19,1 por cada mil), Gómez (14,6), López (13), Pérez (12,6), Díaz (12), Moreno (11,9), Martínez (9,8), Romero (9,8), Martín (8,8), Muñoz (8,4), Hernández (7,7), Álvarez (7,5) y Domínguez (6,2).

En el caso de Cáceres, más abajo en la lista se sitúan Delgado (3,5 por cada mil), Ruiz (3,5), Martínez (3,4), Redondo, (3,3), Marcos (3,2), Torres (3,2), Ávila (3,1), Paniagua (3,1), Solís (3,1), Prieto (3,0), Manzano (2,8), Barroso (2,8) y Cordero (2,7).

Compartido

En cuanto al apellido más frecuente en Badajoz como provincia de nacimiento, García, también ocupa este puesto en Álava, Albacete, Alicante, Baleares, Barcelona, Burgos, Cádiz, Castellón, Ciudad Real, Córdoba, Coruña, Girona, Granada, Guadalajara, Guipúzcoa, Madrid, Jaén, Lérida, Málaga, Palencia, Segovia, Sevilla, Soria, Tarragona, Toledo, Valencia, Valladolid, Vizcaya y Zaragoza.

La provincia de Cáceres sólo coincide con la de Salamanca, donde el apellido Sánchez también es el más frecuente entre los nacidos en la provincia.

(Publicado en el diario Hoy del 17/08/08)

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Paginas amarillas, 49 años creciendo a la par con Bogota

(...) En las Páginas Blancas se nota el mestizaje de la ciudad. Aparece el ascendiente indígena en apellidos Zipamocha, Zipaquirá, Zipasuca, pululan los de herencia española y algunos extranjeros como Vulfersthawsky, Fenchurgch, Latke y Zwinggi, que cierra el directorio.

También aparecen apellidos poco comunes, como Pajuelo, Parolo, Enamorado, Chiquito, Hermoso, Chapetón, Albañil, Malo y combinaciones poco afortunadas como Obceno Joven y Pajarito Delgado.

También hay anécdotas con algunos usuarios. Uno de ellos llegó a reclamar porque la encargada de tomar los nombres anotó: "C.J. Ramírez y salió publicado "Cojo Ramírez".

Eso obligó a dictarles clases de caligrafía a las encargadas de tomar los datos de los usuarios.

(...) Desde que apareció el directorio de Bogotá, en 1959, el número de páginas dedicadas al apellido Rodríguez aumenta cada año en la misma proporción en la que crece la ciudad.

Ha sido tanta la profusión de Rodríguez que en el 2008 se necesitaron 79 páginas para incluir las 65.954 líneas registradas a nombre de personas con ese apellido. El segundo más común fue González con 35.706 y el tercero, Gómez con 32.890.

El crecimiento es notable si se tiene en cuenta que hace 49 años, en el primer directorio de la ciudad, los 6.473 Rodríguez de Bogotá ocuparon apenas nueve páginas.

Es decir, cada ocho horas, en promedio, un nuevo Rodríguez se incorpora a la guía de teléfonos más grande y antigua del país.

(Publicado en el diario El Tiempo del 16/08/08)

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La raíz del olivo, hasta en los apellidos

El olivo traspasa el tiempo y viaja por la historia de varios milenios dejando su impronta en la agricultura, la alimentación, la salud, el comercio, la socialización, la cultura y también en un legado de padres a hijos. No se trata de una herencia meramente material, ni de fánegas o latifundios de olivares que se atesoran de generación en generación. Se trata de algo más profundo que define al individuo y lo ata a sus ancestros pese al paso del tiempo: los apellidos.

En esa seña de identidad con la que el hombre da testigo de sus raíces, vuelve a cobrar protagonismo el olivo y su fruto, la aceituna en todas sus acepciones. Este árbol milenario se cuela en la onomástica a partir del siglo XV, cuando se consolidan los apellidos hereditarios, cuando se impuso la obligatoriedad de hacer constar en los libros parroquiales los nacimientos y defunciones.

Desde entonces, apellidos derivados del olivo y de su fruto han viajado a lo largo de la historia hasta la actualidad, en la que sólo en España más de 54.000 personas comparten apellidos unidos por una misma raíz etimológica: ole u oli. Según informa la agencia granadina Oleociencianews, esta raíz proviene del Mediterráneo oriental y ha seguido el curso geográfico y lingüístico de las lenguas latinas. En el lado opuesto del Mediterráneo, las culturas semíticas parten de la raíz zait o zeit, que derivó en az-zeitun en árabe y aceitunero o aceituna en castellano. Nombres que están presentes en los apellidos de más de 4.000 españoles.

La palabra olivo y oliva viene del latín olea, que a su vez proviene del griego eala. Más allá de esta designación se encuentra el celta olwe o eol. La misma raíz lingüística está también en el cretense elaiwa y más allá de todas, en las lenguas semíticas con la raíz ulu. Parece ser que el nombre cretense irradia hacia el Ática como lathi y hacia Grecia continental como elies, pasa a la península italiana como oli y se expande por los Balcanes como eli. Es fácil encontrar esta raíz en las lenguas latinas como el italiano olio, el catalán oli, el francés huile o el castellano olivo-oliva.

Entre los más de 8.000 años de historia del árbol conocido como el "líquido de oro", hay un hito en la Edad Media cuando la onomástica se empobrece y nace el apellido hereditario, lo que genera la conservación en la raíz etimológica de la palabra que, a su vez, se convierte en nombre.

Los apellidos que acompañan al nombre de pila nacen de distintas fuentes: el nombre del padre, el apodo o el sobrenombre, la profesión, el título o la procedencia. Los apellidos derivados del olivo surgieron del ámbito de las profesiones.

Profesiones o posesiones que han sobrevivido a lo largo de los años en apellidos como Aceituna, Olivas; Olibares, Olivares, Olivar, Olivares, Oliva, Olivo, Olivé, Oliveira, Olives, Acebuche y Aceituno. De todos ellos, es el apellido Olivas el que mayor presencia tiene en España, donde 23.082 personas lo comparten. Olivares le sigue a distancia con 15.723 y el resto oscila entre los 105 de Aceitunas y los 4.918 Oliveira.

(Publicado en el diario Granada Hoy del 15/08/08)

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Los mohameds entran en el top 50

Mohamé/ no te arrime a la paré/ que te va a llená de cá/ de cá/ de cá, de cá, de cá... La coplilla no era exactamente así, pero a Manué, Javié o André ya se le puede unir el más representativo de los nombres árabes para cantar esta típica estrofa que suena a infancia. Los Mohameds han entrado ya en el top 50 de los nombres más comunes entre los ciudadanos de la Región de Murcia, desbancando a otros de la talla de Julián, Ricardo, Ignacio, Gonzalo o Víctor, por poner un ejemplo, que ni siquiera aparecen en ese top 50 regional elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Según esa lista, cuatro de cada mil habitantes de la Región ya se llaman Mohamed, a muy poca distancia de álvaros, vicentes o jorges, que también se sitúan entre cuatro y cinco por cada mil habitantes. Por su parte, en la cabeza del ránking siguen afianzados los antonios, (60 por 1000); los josés (57,8 por 1000); los franciscos (45,5 por 1000); los juanes (32,5) y los pedros (28).

En el polo femenino no hay todavía nombres típicamente magrebíes, pero destaca uno muy murciano: Fuensanta, que no aparece en el resto de listados regionales. Concretamente, 4,5 por cada 1000 mujeres se llaman como la patrona de Murcia. María (46,9 por 1000); Josefa (44); Carmen (30,1); María del Carmen (30) y María Dolores (23,4) engrosan el ránking de los cinco nombres de mujer más comunes en la Región. Marina, Beatriz y Noelia cierran la lista.

Los antonios y las marías son los nombres más frecuentes desde los años 80, cuando las marías desbancaron a las josefas. Sin embargo, a partir del año 2000 cobra fuerza Alejandro, tanto que ya ha arrebatado el trono de los más utilizados en el Registro Civil a los antonios, que caen al tercer puesto, sobrepasados también por los pablos.

Los preferidos del 2007

El Instituto Nacional de Estadística también ha publicado recientemente el ránking de los nombres preferidos por los padres durante el año pasado. En la Región de Murcia, de un total de 9590 niños inscritos en el Registro Civil, 354 se llamaron Alejandro, 269 Daniel, 258 Pablo, 224 Álvaro y 223 -un sólo niño de distancia- David. Les siguen Javier (208); Antonio (207); Adrián (175); Jorge (154) y Sergio (147).

Por lo que respecta a las mujeres, las marías siguen dominando el top ten (340) entre las 9030 niñas inscritas. Lucía (320); Paula (218); Marta (199) e Irene (192) son las cuatro siguentes en cabeza. Tras ellas, están las lauras (180); las elenas (175); las saras (140), las cármenes (137) y las rocíos (131).

En cuanto a los apellidos, Martínez, García, Sánchez, López y Pérez son los cinco más comunes. Cierran la lista de los 50 más frecuentes los Gallego, Lorente, Ibáñez, Saura y Soler. Para gustos, los colores. Pero también los nombre y los apellidos.

(Publicado en el diario La Verdad del 16/08/08)

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Garcia es el apellido mas frecuente en la provincia de Badajoz

El apellido García es el más frecuente en Badajoz como provincia de nacimiento (30,2 por cada mil), seguido por Sánchez (29,9), González (29,3) y Rodríguez (27,5), según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Por detrás se encuentran otros como Fernández (19,1), (Gómez (14,6), López (13), Pérez (12,6), Díaz (12), Moreno (11,9), Martínez (9,8), Romero (9,8), Martín (8,8), Muñoz (8,4), Hernández (7,7), Álvarez (7,5) y Domingez (6,2).

Los últimos de esta clasificación con los 50 primeros apellidos más comunes en Madrid son Carmona (3,7 por ciento), Santos (3,6), Serrano (3,6), Hidalgo (3,6), Rubio (3,5), Nieto (3,4), Tena (3,3), Ramírez (3,3), Silva (3,1).

En cuanto al apellido más frecuente en Badajoz como provincia de nacimiento, García, también ocupa este puesto en Álava, Albacete, Alicante, Baleares, Barcelona, Burgos, Cádiz, Castellón, Ciudad Real, Córdoba, Coruña, Girona, Granada, Guadalajara, Guipúzcoa, Madrid, Jaén, Lérida, Málaga, Palencia, Segovia, Sevilla, Soria, Tarragona, Toledo, Valencia, Valladolid, Vizcaya y Zaragoza.

(Publicado en el diario Región Digital del 14/08/08)

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Presentan un libro sobre genealogía

El Centro de Estudios Genealógicos de Tucumán presentará hoy a las 20 en el Jockey Club el volumen Nº 5 sobre genealogías de Tucumán. Contendrá amplios y documentados trabajos sobre familias de esta provincia y la región, desde la época de la Conquista hasta el presente. La presentación estará a cargo de Ventura Murga, presidente del Centro de Estudios Genealógicos de Tucumán, y del padre Fontán Gamarra.

Se trata de un libro de 500 páginas con numerosas fotos y daguerrotipos que ilustran el desarrollo genealógico de algunos linajes. Se agregan detalles históricos del protagonismo de las personas que se insertan en las diversas ramas familiares.

En este volumen se han incluido genealogías sobre las familias Esteves, por Jorge Corominas; los Molina de Tucumán, por el sacerdote Jose María Fontán Gamarra y Ventura Murga; Parcero de Lira, de Paul Cavaleri; ¿Un hijo de Gerónimo Pereira Bustillo?, por Máximo Méndez; Los Robles, por Ventura Murga; la familia Rojo, de San Juan (Anselmo Rojo), de Marcelo Ignacio Sánchez.

En la sección Conquistadores y Antiguos Pobladores de Tucumán se publican estudios de Corominas, con “Mexia Miraval. Nuevos Aportes” y el testamento de este Conquistador; y Gustavo Miguel Sorg con “Hernán Mexia Miraval. Contribución para el conocimiento de su filiación y familia”.

Fuentes documentales

En la sección Fuentes Documentales van las autoridades del Cabildo de Tucumán (tercera parte, años 1779-1824), de Celia Avellaneda, María del Carmen Clessi y Corominas; Matrimonios de españoles de Trancas (1756-1768), de Corominas; Papeles de familia de Felipe López y Marcos López, por Justino Terán. En la sección Heráldica se incluyó la “Heráldica eclesiástica en la Diócesis de Tucumán”, por Félix Alberto Montilla Zavalía. El libro concluye con un apéndice informativo, a cargo de Justino Terán.

(Publicado en el diario La Gaceta del 14/08/08)

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Alejandro y Lucia, los nombres mas comunes en la region; Garcia, el apellido

Alejandro y Lucía fueron los nombres más comunes que los padres castellano-manchegos eligieron para sus recién nacidos en el año 2007, según publicó el Instituto Nacional de Estadística.

Así, a fecha de 18 de julio de 2008, de los 10.240 niños nacidos en la región, 327 recibieron el nombre de Alejandro; 324 el de David; 318 el de Daniel; y 264 el de Álvaro.

Los nombres más repetidos entre los nuevos castellano-manchegos fueron también el de Pablo (261); Javier (248); Adrián (246); Sergio (218); Marcos (216) y Jorge (207).

Entre las castellano-manchegas más pequeñas el nombre que más gusta es el de Lucía (443); seguido de María (339); Paula (304); Irene (231); Marta (209); Sara (199); Carla (195); Claudia (185); Laura (175) y Alba (170).

Por otro lado, entre los apellidos, el más frecuente, según ha publicado el INE, es García. Así por provincias, este apellido es el más frecuente en Toledo con el 41, 5 por cada 1.000 habitantes; seguido de Sánchez con el 33,6; Martín, con el 25,8 por ciento; Fernández, con el 25,6 y Rodríguez 25,4 por ciento por cada 1.000 habitantes. En Ciudad Real, Albacete y Guadalajara, García es también el apellido más común con el 29,9 por ciento por cada 1. 000 habitantes; le siguen Sánchez con el 24,6; Fernández con el 23, 9; López, 22,9 y Ruíz con el 16,9 por ciento.

Martínez también

Mientras, el apellido Martínez es el más corriente en la provincia de Cuenca, con el 54,4 por ciento por cada 1.000 habitantes, dejando en segundo lugar a García que lidera el rankig de los más comunes de toda la comunidad.

(Publicado en el diario ABC del 11/08/08)

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Garcia, el apellido mas frecuente entre los castellano-manchegos

García es el apellido más frecuente entre los castellano-manchegos por provincia de residencia, según publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recoge Europa Press.

Así por provincias, García es el apellido más frecuente en Albacete con el 57,9 por ciento por cada 1.000 habitantes; seguido de Martínez, con el 57,7 por ciento por cada 1.000; López, con el 38,7; Sánchez, con el 37,9 por ciento; y González, con el 25 por ciento por cada 1.000 habitantes.

En la provincia de Ciudad Real, García es también el apellido más frecuente con el 29,9 por ciento por cada 1.000 habitantes; seguido de Sánchez con el 24,6; Fernández con el 23,9; López, 22,9 y Ruiz con el 16,9 por ciento.

Mientras, el apellido Martínez es el más frecuente en la provincia de Cuenca, con el 54,4 por ciento por cada 1.000 habitantes; seguido de García con el 40,1 por ciento; López con el 33,6 por ciento; Fernández (17,3) y Pérez con el 14,4.

En Guadalajara García lidera el ranking de los apellidos más comunes con el 40,8 por ciento por cada 1.000 habitantes; seguido de Martínez con el 25,8 por ciento; López con el 25,6 por ciento; Sánchez con el 23,3 y Pérez con el 19,1 por ciento.

Por último en Toledo, García con el 41,5 por cada 1.000 habitantes es el apellido más frecuente; seguido de Sánchez con el 33,6; Martín, con el 25,8 por ciento; Fernández con el 25,6 y Rodríguez 25,4 por ciento por cada 1.000 habitantes.

(Publicado en la web de Europa Press del 10/08/08)

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75 personas con el apellido Del Rio se reunen en Llamigo

Por tercer año consecutivo tuvo lugar, en la localidad de Llamigo, la reunión de familias que comparten el apellido 'Del Río'. Desde las 13:00 horas empezaron las actividades programadas con una misa, al principio, en honor a todos los difuntos del mismo apellido, y más tarde una comida campestre para contar historias y pasar la tarde en buena compañía.

«La idea surgió en un funeral, porque por desgracia siempre nos encontrabamos todos en esos sitios tan tristes, y decidimos poner en marcha este otro encuentro», explicaba Antonio del Río Alonso, organizador del evento.

Este año, a diferencia de los otros dos, la asistencia fue menos abundante, sólo se acercaron hasta el lugar unas 75 personas. «Deberíamos pensar en hacerlo cada 3 o 4 años, así lo cogeríamos todos con más ganas y todos podrían acercarse» comentaba Marisa, otra de las organizadoras y la encargada, además, de adecentar las instalaciones para que todo esté en perfecto estado a la hora de celebrar la reunión.

Los asistentes llegaron de diferentes puntos del concejo llanisco y también de otras zonas asturianas como por ejemplo Grado, Oviedo, Gijón o la Cuenca minera. También se consiguió reunir a gente de Madrid y a un matrimonio que viajó desde Australia. «Al principio nos costó un poco más movilizar a la gente, porque hay familiares que algunos ni conocíamos», apuntaba Antonio. Y es que ya tienen reservado el segundo domingo de agosto para tal eventualidad y no hace falta ir avisando a nadie, todos están más o menos pendientes.

La reunión se alargó hasta casi la noche y los asistentes aprovecharon para charlar y conocer, si cabe, a algún que otro pariente nuevo, además de degustar los mejores manjares tradicionales como la empanada, la borona y la buena sidra. «aquí todos compartimos lo que traemos, somos una gran familia, nunca mejor dicho», destacaban.

En la organización no faltaba ni un detalle, escudo familiar incluido. Había también unos llaveros de plata con el mismo escudo, por un módico precio de dos euros, para que se puedan distinguir todos los miembros de esta gran saga. «Esta idea surgió el año pasado y la verdad es que no quedó ni uno, a ver si hoy pasa lo mismo», dijo Antonio.

Todos los asistentes al encuentro disfrutaron de la jornada y, aunque se recordaba a los que ya no estan, miraron al futuro con las espectativas muy altas, «seguramente habrá por ahi algún 'Del Río' que se nos escapa».

(Publicado en el diario El Comercio Digital del 11/08/08)

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Los sevillanos llevan cien años poniendo los mismos nombres a sus hijos

Sevilla no se apunta a la moda de las Jennifer y los Kevin. Aquí, en los últimos cien años, es la tradición la que manda. Lo que abunda en el registro son nombres de toda la vida, sencillos y clásicos, igual en 1900 que ahora, en el siglo XXI. La estadística demuestra que aquí somos de ideas fijas.

Hoy los padres sevillanos se apuntan en masa al Alejandro y al María, al Manuel y al Lucía. Es cierto que cada vez más son las Jessicas, Yessenias y Sheilas, los Christian, los Christopher y los Yeray, pero siguen siendo casos pintorescos cuando se pasa lista en clase, más que la norma.

En esta tierra manda la tradición, y así lleva siendo desde hace un siglo. Lo demuestra el Instituto Nacional de Estadística (INE), que acaba de elaborar un listado histórico con los nombres más comunes de los españoles desde 1910.

Sevilla se caracteriza por su conservadurismo, por su apego a los santos con más predicamento y por su escaso seguimiento de las modas. Así, durante 70 años, los nombres preferidos para los varones se han mantenido inalterables, con el mismo orden incluso: Manuel, el indiscutible, lideraba la lista, seguido de José, Antonio, Francisco y Juan. En los años 60 se produce, al fin, un cambio en el ranking, con la entrada de Rafael, que saca a los juanes del top cinco. Los sevillanos siguieron la misma tendencia a la hora de registrar a sus hijas: Carmen, Dolores, María, Josefa y Rosario han sido, hasta 1970, los nombres más empleados, aunque en este caso sí se alternaban con más facilidad, eso sí, siempre con las cármenes acaparando el primer puesto.

El primer cambio de tendencia se detecta, según los datos del INE, entre 1970 y 1980, cuando en Sevilla se implanta una moda que ya venía imperando en el resto de España desde los años 50: los nombres compuestos. Aquí, en Sevilla y en toda Andalucía, no se estilaban más que los nombres cortos, una costumbre que había comenzado ya a romperse en Castilla, pero entonces comenzaron a llegar los nombres dobles: los Francisco Javier, José Manuel, José Antonio, para ellos; las María del Carmen, María José, María Dolores, para ellas. Poco a poco, la lista de clásicos fue abriéndose en los 80. El signo más evidente fue que Rocío, que apenas aparecía en las listas en lo que iba de siglo, de pronto se convirtió en el nombre predilecto para las niñas, por encima incluso de Carmen. Ya entonces comenzaron a abundar las Cristinas, las Marías y las Lauras.

Entre los 90 y el año 2000, la lista ya comenzó a tener poco que ver con la de sus padres y abuelos, aunque en ningún caso se dispararon los nombres extranjeros, extraños, curiosos. “Son excepciones en España, en todo el territorio nacional”, reconoce el INEen la introducción a sus datos. Los nombres antiguos de vírgenes dolorosas (Dolores, Soledad, Angustias) dan paso a las Martas y las Anas. En chicos, se cuelan en la lista Alejandro y Jesús, nombres hasta entonces con muy escaso predicamento en el sur (no aparecían ni entre los 20 primeros puestos en la década anterior), pero muy habituales en provincias como Madrid, Soria, Burgos, Salamanca o Valladolid.

Con la llegada del nuevo siglo, las familias sevillanas han demostrado que sus gustos cambian poco. Se adaptan a los nuevos tiempos, pero mantienen sus señas propias: los niños se llaman Alejandro por mayoría, pero también Manuel (un nombre relegado en el resto del país); las niñas se llaman María y Lucía, pero también Marta y Ana, santas de las que se olvidan en Barcelona, Madrid o Bilbao pero que aquí tienen clientela estable.

garcías y rodríguez. El INE también desvela cuáles son los apellidos más comunes del país. En Sevilla ganan los García, los Rodríguez, los Fernández, González, y Sánchez. Lo que llama la atención es que no se encuentre en estos cinco primeros puestos ni un López ni un Pérez, apellidos mucho más extendidos en el resto del país. Gómez, Jiménez, Romero, Muñoz, Moreno y Gil son otros de los apellidos más repetidos entre los sevillanos.

(Publicado en el diario El Correo de Andalucía del 09/08/08)

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La historia de su familia en los seminarios de genealogia mexicana

La biblioteca privada Newberry está ofreciendo dos seminarios diferentes sobre la genealogía mexicana que le ayudarán a encontrar y usar los recursos genealógicos que tien y que son los apropiados para conocer los orígenes e historia de su familia.

El profesor Gabriel Angulo, con un título de la Universidad de Wisconsin, presentará a los participantes los recursos genealógicos mexicanos con que cuenta Newberry y que le permitirá usar documentos originales como certificados de nacimiento, matrimonio y defunción.

El Primer Seminario – Introducción a los recursos de genealogía mexicana, a sido diseñado para principiantes y ofrece una introducción a los métodos y los recursos que se usan en la investigación genealógica mexicana. Se llevará a cabo este sábado, 9 de agosto de 10 a.m. a 12 del mediodía (en inglés) 1 p.m. a 3 p.m. (español)

Segundo seminario – Trabajando con documentos genealógicos mexicanos. Este seminario discutirá los diferentes tipos de documentos originales que se usan para investigar los orígenes de las familias mexicanas, como localizarlos y los problemas que pueden confrontar al usarlos. Será el sábado, 16 de agosto 10 a.m. a 12 del mediodía (inglés) 1 p.m. a 3 p.m. (español)

La biblioteca está ubicada en el 60 W. Walton Street, Chicago. Puede inscribirse por la red en: www.newberry.org o llamando al (312) 255-3700. Puede inscribirse para un solo curso o para ambas fechas $35 por una sesión o $60 por ambas.

(Publicado en el diario Nuevo Siglo Newspaper del 08/08/08)

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